miércoles, 24 de noviembre de 2010

Cuentos de 5º grado


La bruja y el brujo

Había una vez un brujo que vivía en un monte, su casa era toda negra con árboles negros.
Él tenía problemas con una bruja que vivía al frente, entonces plantó un árbol raro, con manzanas venenosas que te hacen dormir.
El brujo agarró cuatro manzanas y le hizo un regalo a la bruja y se lo dejó en la puerta...

Salió la bruja y le dijo -¿qué estás haciendo?
-Le vine a traer este obsequio,
-¿No estará envenenado?
- Bueno- dijo el brujo- me voy.
La bruja no se las comió.
El brujo estaba mirando por la ventana para ver si se las comía como vio que no se las comió fue y le dijo:
-Te apuesto a un reto, el que gana se queda y el que pierde se va.
-Bueno- dijo la bruja empecemos- , le lanzó un rayo y le erró, el brujo le lanzó un poder muy poderoso que la hizo desmayar.
Dijo el brujo- sí, gané. Podré vivir en paz.
La bruja respondió: ¡No, si no me voy!
El brujo dijo:-Sí te vas a ir- y la convirtió en un árbol y vivió feliz para siempre.





Leyenda de la rosa

Había una vez una india llamada Jaita. Vivía en una tribu que estaba rodeada de árboles. Su familia trabajaba sembrando frutos que luego cosechaba.
Un día llegaron unos soldados ricos que venían a quitarles sus tierras. En ese momento fueron a la tribu donde estaba Jaita. Todos se preguntaron: -¿Qué pasó?
Ellos respondieron- ¡Nos mandó el rey!
La tribu preguntó -¿Con qué propósito se presentan aquí?-Para sacarlos de este territorio -respondieron.
Justo salió Ezequiel que era un soldado muy lindo, joven, apuesto e inteligente. Jaita se asombró al verlo, él también. Se miraron fijo y profundamente.
Rafael era uno de los soldados que organizaba todo el ejército. Rafael les dijo a todos -¡No se acerquen a esta tribu! ¡Se los ordeno!
Ezequiel pensó-Tengo que verla, ¿Cómo haré?-se preguntaba.
Jaita estaba caminando por el bosque y mientras caminaba se encontró de repente con Ezequiel. Al verlo se asombró y dijo -¿Qué haces tú aquí? Mi padre te puede ver. ¡Vete! ¡Vete!
Ezequiel preguntó -¿Por qué?
Jaita respondió- ¡Porque tú y todos aquellos soldados no son lo mismo que nosotros!
Jaita, apurada para que se fuera Ezequiel porque no quería tener problemas con su padre, lo corrió y Ezequiel se fue.
Ezequiel habló con Jaita ya que él sentía una fuerte atracción por ella. Se veían en un lago donde su amor reinaba.
Un día mientras hablaban, Rafael salió a buscar a Ezequiel y lo vio con Jaita.
-¡Ezequiel!-gritó.
-¿Qué sucede?
-¿Qué sucede con esa india?- exclamó Rafael.
Ezequiel dijo que Jaita era el amor de su vida y que no iba a renunciar a ella. Rafael le dio un consejo a su amigo:- Ezequiel, ¡Te meterás en problemas! ¡En muchos problemas por esta situación!
Ezequiel trató de convencerlo de permitirle que Jaita estuviera con él, pero no lo logró. Rafael ordenó irse a todos los soldados. Ezequiel se despidió de Jaita, ya que no podía hacer nada para quedarse con ella.
Jaita estaba triste y no sabía qué hacer, entonces pidió ayuda al dios Sol para que la ayudara con su amor.
Desde entonces el dios Sol convirtió a Jaita en rosa para que estuviera en los mejores jardines de los soldados y su perfume se esparciera por todo el mundo.
 


El árbol del terror

Hace miles de años había una bruja que era mala. Tenía granos en los dedos y en la cara, su color de piel era muy verde, su color de pelo era tenue con reflejos blancos. Su vestido era negro con un gorro rojo. Ella vivía en un bosque con árboles negros deformados, con algunas hojas secas y en la noche, lobos aullaban "auuuuuuugh". Su casa era un hongo verde con manchas rojas. Ahí hacían brujerías y hasta hacía que los perros hablaran, y nadie se podía acercar porque los hechizaba. Un día la bruja hizo unas galletas para vender porque tenía que comprar productos para hacer brujerías. Ella se transformó en una jovencita y fue al lugar más lindo del bosque, golpeó la puerta y dijo: -Señor ¿No me quiere comprar unas galletitas? El hombre respondió -¡No, gracias, no me gustan las cosas ser feas como usted! La bruja enojada le dijo: -¡Yo no soy fea! De pronto se convirtió en la bruja que era realmente. El hombre aterrorizado le dice -Perdón ¡Usted no es fea! La bruja respondió -Como dijiste que soy fea te convertiré en un árbol frutal. Quien coma de esta fruta quedará dormido eternamente. En ese momento el hombre se convirtió en un árbol. Un día un grupo de jóvenes fueron a comer una fruta y en el instante quedaron dormidos. Pasó eso durante mucho tiempo, cada vez quedaban menos. Un día el árbol cansado le pidió ayuda a las estrellas y las estrellas le dijeron: -Te convertirás una hora en humano y cuando mates a la bruja el hechizo se romperá y todo volverá a la normalidad. Cuando el hombre se convirtió en humano fue camino a la casa de la bruja. Llegó y le dijo a las estrellas que le dieran el poder de que cuando la bruja lo quisiera hechizar, no pudiera. La bruja lo quiso hechizar y no pudo. El hombre agarró una estrella , se la clavó en el corazón y la bruja se murió. Cuando el hechizo se rompió el hombre volvió a la normalidad y los jóvenes y toda la gente que había quedado dormida, despertaron.

Una amiga inolvidable

Había una vez una chica que se llamaba Yanet y vivía en el campo. Todos los días le ayudaba sus padres en los quehaceres del campo, arriaba las vacas, las ordeñaba, también daba de comer a los cerdos y a las gallinas. En la casa ayudaba a su mamá a hacer el pan, tendía su cama, cambiaba a su hermanos. Ella era la mayor de tres.
Yanet iba a la escuela en colectivo, cruzaba muchos campos y campos para llegar, le gustaba mucho estudiar, estar en el recreo con sus amigos y maestras.
Allí conoció a tres chicos, una de ellos era una chica llamada Nieves. Los varones tenían 7 y 8 años y la niña tenía 10. Yanet tenía unos 11 años. 
Siempre se encontraban en la terminal y allí jugaban hasta que llegaba el colectivo, así se hicieron amigas.
El tiempo pasó, ella estudiaba el secundario.
Nieves cuando terminó el primario no pudo seguir el secundario porque sus papás la necesitaban en el campo, pero cad vez que podían se visitaban y hablaban de sus cosa. Así pasaron los años.
Un día se encuentran y Yanet le comenta a Nieves que en tres días egresaba y que quería que estuviera presente. Nieves le contestó que sí que le gustaría ir.
Yanet vivía en el pueblo los día que estudiaba y los fines de semana se iba al campo con sus papás.
Era un domingo que no se sabía qué hacer por el calor. Entonces Yanet se puso a tirar agua con su hermano menor.
La mamá estaba lavando la ropa en el lavarropas. Afuera de la cas tiraba un cable largo el cual estaba enchufado al lavarropas.
Yanet salió corriendo y se enredó en el cable y murió electrocutada.
El martes era el dái del egreso, Nieves estuvo prsente como Yanet había querido. Todos sus compañeros la recordaron.
Pasaron casi 20 años, Nieves está casada con hijos ya grandes y vive en la ciudad. Pero cada vez que puede vuelve a su pueblo y va al lugar donde descanza Yanet a visitar a su amiga que tanto quiso y que nunca olvida.

1 comentario:

Gabu♥ dijo...

hola quiero felicitar a todos los chicos por los hermosos cuentos y poesias y tambien especialmente a la seño Estefanía por el amor y dedicación que puso en el blog y la buena idea de hacer que los chicos hagan volar su imaginacion creando tan bonitas historias! besos y cariños para todos desde Buenos Aires